Y te entiendo si llegas aquí con la mochila cargada de frustración, cansancio y tal vez cierta incredulidad. Por una parte quieres intentar algo diferente, intuyes que hay una solución, pero también temes volver a invertir en otra cosa más que no te funcione.
Muchas veces, lo que sucede es que las cosas no nos funcionan porque sentimos que nos vienen impuestas desde fuera y con rigidez: “tienes que hacer X horas de gimnasio”, “no puedes comer tal o cual alimento nunca”… ¿Te resuena esto que te digo?
Pues bien, quiero que sepas que mi forma de trabajo es totalmente distinta, basada en el Método ÁMATE, en el que la protagonista eres tú y todo nacerá de lo que tú necesitas para estar bien.
La vida antiinflamatoria no se trata de prohibir, restringir ni forzar, sino de volver el cuerpo a su estado natural de salud, en equilibrio, con una actitud de autocuidado y autoamor.
Y es que no todo es la alimentación. Las emociones no liberadas (como la culpa, la autoexigencia, el estrés) se bloquean en el cuerpo, en forma de dolencias.
En cambio, cuando te haces responsable de tu vida y conectas con tu esencia, es cuando te transformas, liberando todo ese peso con el que cargas. Una vida saludable deja de ser una exigencia, para convertirse en una decisión consciente de autoamor. Y este es justamente el camino que te propongo recorrer.
