¿Cuántas veces te has propuesto cambiar tu alimentación, conseguir mantener tu peso en el tiempo y no fallar en el intento?
Se ha hablado mucho del tema y se oirá más sobre el deseo de cómo llevar una alimentación saludable, que nos proporcione vitalidad y en la que podamos mantener un peso equilibrado y perdurable en el tiempo. Todos creemos saber qué es lo que tenemos que hacer para llevar este estilo de vida más saludable, lo que produce que en muchas ocasiones no nos pongamos en manos de profesionales de la nutrición y recurramos a nuestra intuición o a los dichos populares.
Cualquiera puede perder peso a corto plazo con casi cualquier dieta; pero las dietas no funcionan a largo plazo, casi por definición, porque las empezamos y abandonamos constantemente. No necesitamos una dieta como tal, necesitamos una manera de comer que podamos mantener durante el resto de nuestras vidas.
Llevar una alimentación saludable de una forma global, aunque suene paradójico, no es solo una cuestión de comer ensaladas cada día o de estar contando calorías. Se trata de instaurar nuevos hábitos en nuestro día a día que perduren en el tiempo, saber qué nutrientes son los necesarios y en qué proporción, calmar nuestra mente ante los sabotajes emocionales y proporcionarle a nuestro cuerpo los cuidados necesarios.
Por otra parte, y de igual importancia está el hecho de eliminar algunos productos de nuestra alimentación, no solo si queremos perder peso, sino también si lo que pretendemos es tener una alimentación saludable.
ULTRAPROCESADOS
¿Qué entendemos exactamente por ultraprocesados? Son productos elaborados a través de procedimientos industriales, a los que se han añadido diversos aditivos para potenciar y modificar sus características organolépticas y, al mismo tiempo, alargar su vida útil.
Estos productos elaborados deberían ser sustituidos fundamentalmente por los “vegetales, hortalizas, fruta, frutos secos, legumbres etc.”
AZÚCAR
La Organización Mundial de la Salud recomienda reducir el consumo de azúcar libre. Se entiende por azúcar libre
– Los azúcares añadidos (refinados o sin refinar) a los alimentos por los fabricantes, los cocineros o los consumidores
– Los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes y zumos de fruta
Las recomendaciones no se aplican al consumo de los azúcares intrínsecos presentes en las frutas y las verduras enteras frescas, aunque sí a sus zumos o concentrados de zumo de frutas. Será mucho mejor ingerir una pieza de fruta entera que el zumo de éstas.
La cantidad máxima recomendada por la OMS tanto para adultos como para los niños es de menos del 10% de la ingesta calórica total. Una reducción por debajo del 5% de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para la salud.
Por ejemplo, un adulto que consuma 2000 calorías debería reducir a menos de 25g el consumo de azúcares libres, lo que equivale, aproximadamente, a menos de 6 terrones de 4g.
REFRESCOS
Este tipo de productos esconden grandes cantidades de azúcar añadido y no aportan ningún tipo de beneficio nutricional.
ALCOHOL
El alcohol es un paradigma de las calorías vacías ya que no aportan ningún nutriente. Una copa de vino tinto contiene unas 65 calorías, mientras que una de vodka llega a las 120.
Según la OMS no se recomienda superar los 20 gramos de alcohol al día para las mujeres y los 30 gr en los hombre.
Si lo que deseas es empezar un estilo de vida más saludable y completo lo ideal es que te pongas en manos de un profesional de la nutrición que te guiará y acompañará en todo este proceso.
Diana Camacho
Dietista, Nutricionista y Naturópata