¿Qué tal llevas el mes de Diciembre? Coincidirás conmigo que, Diciembre es un mes de fiestas, tenemos mil invitaciones, celebraciones y compromisos. Son fechas donde es tradición cultural reunirnos con nuestros familiares y más allegados y celebrarlo alrededor de una gran cantidad de comida!!! Queremos demostrar y compartir todo el amor con los nuestros y lo hacemos de manera que en la mesa no falte de nada.
¿Qué mayor regalo podemos darle a los nuestros que nuestra presencia y nuestro amor?
Por otra parte, vivimos en una sociedad de consumismo donde nos están bombardeando contínuamente con mensajes de que más es mejor. Nos encanta ver las mesas decoradas con comida de todo tipo y en grandes cantidades. Nos “venden la idea” de que así seremos más felices y “tiramos la casa por la ventana”.
La parte emocional en estas fechas cumple un papel muy importante. Es imposible evitar los recuerdos de los seres queridos que ya no están con nosotros, de los que viven lejos y no tenemos la posibilidad de verlos con tanta frecuencia, o bien, de aquellos con los que no nos podemos reunir por motivos de salud.
Este cocktail de emociones genera un vacío que si no somos capaces de identificarlo y de gestionarlo, muchas veces lo llenamos con la comida.
Son unos días para compartir amor, disfrutar con los nuestros y donde parece que todo está permitido aunque sepamos que luego pagaremos las consecuencias.
Al final, estas fiestas se convierten en largas sesiones sentados frente a una mesa y donde no damos ningún descanso a nuestro estómago. Comemos mucho más y al final del día nos movemos mucho menos!!!
“Las estadísticas confirman que al finalizar las fiestas navideñas, una persona puede llegar a incrementar su peso entre 1.5 kg y 3 kgs”
No se trata de renunciar a esa comida sabrosísima que ha sido elaborada con tanto amor y cariño por nuestras madres, abuelas o suegras. La cuestión es disfrutar de estas fechas de una manera más consciente y saludable, tomando una serie de precauciones y así evitar tener problemas de excesos y de salud los siguientes meses.
Las comilonas típicas de las fiestas navideñas, suelen estar compuestas por alimentos que no solemos ingerir habitualmente. Los dulces, alimentos con alto contenido en grasa y las bebidas alcohólicas suelen abundar en nuestras mesas.
“Los alimentos compuestos por grasa y azúcar, típico de los dulces, resultan ser los más adictivos, convirtiéndose finalmente en grasa en nuestro organismo”.
CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE UNAS FIESTAS NAVIDEÑAS MÁS SALUDABLES
- Evitar llegar a la celebración con sensación de hambre. Es conveniente realizar las ingestas anteriores con alimentos saludables. Así evitaremos los atracones de comida.
- Come con moderación. Puedes probar todo lo que hay en la mesa pero en porciones pequeñas.
- Incluye en tus platos algo de ensalada o que contenga hojas verdes. De esta manera también tendrás algo de fibra en tus platos. Una posibilidad de asegurarte que podrás comer algo verde es que prepares tú una buena fuente de ensalada y la lleves al lugar de celebración.
- Como postre, la mejor opción es elegir algo de fruta fresca. La piña y la papaya poseen enzimas digestivas. Te refrescarán y facilitarán tu digestión.
- Hidrátate con agua. Durante el día bebe todo el agua que puedas para hidratarte bien y eliminar toxinas. Las bebidas alcohólicas deshidratan nuestro organismo. Te puede ser de ayuda beber agua con zumo de limón en ayunas para alcalinizar el organismo.
- En caso de digestiones pesadas, prepara infusión de hinojo, anís o manzanilla que son buenos digestivos.
- Intenta moverte o caminar un poco después de las comidas para facilitar digestión.