Nos pasamos el año esperando ansiosamente que lleguen las vacaciones para disfrutar de unas semanas de ocio, romper con la rutina diaria, saltarnos todo lo establecido y desconectar del trabajo. Atrás quedan los horarios estrictos, las obligaciones diarias, el orden y las limitaciones. Si no hay desenfreno parece que no estamos disfrutando de las vacaciones.
Pues bien, todo lo que que empieza también acaba. El problema lo encontramos cuando el periodo vacacional se acaba y tenemos que volver de nuevo a recobrar ese orden perdido. Hay personas que perciben el trabajo, sus estudios o responsabilidades diarias como una condena, amenazante y desagradable. Estas personas tendrán más predisposición a sufrir este síndrome.
¿Qué es el síndrome Post-vacacional?
El síndrome postvacacional se define como el conjunto de síntomas que puede padecer una persona al reincorporarse a sus tareas. Estos consisten, principalmente, en: cansancio generalizado, dolor muscular y alteraciones del sueño y del apetito. Además de ir acompañado de falta de motivación, tristeza e irritabilidad. La duración suele ser de 2 a 3 días a un máximo de 21 días hasta que la persona se vuelve a adaptar a su nueva realidad.
5 CONSEJOS PARA HACER MÁS LLEVADERA LA VUELTA A LA NORMALIDAD
Para gestionar con mayor facilidad el impacto emocional que implica el regreso a la rutina, es conveniente realizar una adaptación lo más progresiva posible. Aquí te muestro unos consejos que te ayudarán a hacerlo más llevadero.
1.Regresa unos días antes al lugar habitual de residencia. Eso te ayudará a ir adaptándote poco y a organizarte para empezar más relajada la vuelta
2. Normaliza los horarios de manera progresiva. Cuando estamos de vacaciones lo primero que alteramos son nuestros horarios de ir a dormir y de levantarnos más tarde. Si te cuesta conciliar el sueño puedes recurrir a unas gotas de aceite esencial de lavanda o naranja dulce en las muñecas para inhalarlas. Si lo prefieres, una infusión de valeriana o pasiflora también puede ser un buen remedio
3. Recupera los hábitos alimentarios de manera paulatina. Volver a la normalidad e instaurar hábitos más saludables te ayudarán a eliminar los excesos del verano.
– Aprovecha este momento para instaurar hábitos más saludables en tu alimentación
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– Introduce más fruta, verdura y alimentos naturales en cada comida
– Sustituye los refrescos, bebidas alcohólicas por agua
– Elimina todos los alimentos ricos en sodio que causan retención de líquidos como: embutido, conservas, queso, Snacks salados, comida procesada, etc.
4. Evita el sedentarismo lo máximo que puedas. Si no dispones de mucho tiempo puedes optar por desplazarte al trabajo caminando o gran parte del trayecto, subir las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, salir a caminar o pasear.
5. Aprovecha y disfruta cualquier momento libre por pequeño que sea. Los pequeños placeres pueden ser de gran ayuda para reanudar la normalidad de una forma natural y saludable
Todo en la vida tiene un principio y un fin así que si somos conscientes de ello lo sabremos gestionar con mayor facilidad.
¡Feliz regreso a la normalidad!!