Uno de los problemas más habituales que me encuentro en personas que quieren reducir la inflamación en su vida, es que lo primero que les dicen es: «tienes que eliminar ciertos alimentos».
Dependiendo de tu estilo de alimentación, esto puede resultar muy difícil.
El quedarte sin ideas te puede llevar a la frustración, a no saber qué comer y al final acabar recurriendo a lo mismo, asociando la vida saludable a algo aburrido.
El aburrimiento y la desmotivación son enemigos de la constancia. Sobre todo, si empiezas cada día con esta energía negativa.
Por ello, me gustaría darte algunas ideas de desayunos que puedes incorporar en tus mañanas para evitar la inflamación.
#1 Evita los productos ricos en azúcares
Los cereales del desayuno, zumos azucarados o bollería te están provocando inflamación cada día nada más despertar.
Si estás muy enganchada a estos alimentos en el desayuno, mi recomendación es que los vayas reduciendo y sustituyendo poco a poco hasta eliminarlos
Una buena opción puede ser un pudin de chía con avena, frutas y canela que le darán dulzor a tu desayuno de una forma saludable o bien un kéfir con frutos rojos que son alimentos ricos en antioxidantes y ayudan a reducir la inflamación.
#2 Reduce el consumo de embutidos
Si eres de las que disfruta tomando por las mañanas una tostada con embutido, quiero que sepas que es posible disfrutar de este desayuno con alimentos antiinflamatorios.
Te recomiendo lo sustituyas por tostadas con aguacate, salmón o huevo, que son ricos en proteínas y grasas saludables.
#3 Tómate el tiempo para el momento del desayuno
La mañana es el primer momento del día, en el que el cuerpo está más fresco y descansado.
Aún y así, muchas personas le dan muy poca importancia y comienzan su día estresadas, corriendo y comiendo lo primero que encuentran.
El tiempo no es una excusa para no alimentarse de forma saludable.
Puedes preparar un batido verde la noche anterior y dejarlo en la nevera listo para tomar. Añade tanto verduras como frutas, las que más te gusten.
Además, este batido no es solo una forma fácil y rápida de alimentarte por la mañana.
El tenerlo listo por la noche también te hará ganar tiempo para levantarte con calma y empezar el día con menos estrés.
#4 Desayuna de forma ligera
La mañana es el momento más importante del día, pero el desayuno no tiene por qué ser la comida más copiosa.
Si sientes inflamación desde que empieza tu jornada, pregúntate cómo es tu rutina matinal.
Es posible que el café, los lácteos y el gluten te estén inflamando desde que empiezas el día.
Un desayuno demasiado fuerte también puede hacer que tu cuerpo esté demasiado ocupado con la digestión como para enfrentarse a las tareas del trabajo.
En ese caso te recomiendo desayunar un kéfir con frutos rojos o un revuelto de huevos con aguacate.
Por último, quiero que te grabes esto en la mente:
La alimentación es fundamental, pero también es importante tomar consciencia sobre cómo empiezas tus mañanas.
- ¿Te levantas con tiempo suficiente para prepararte tranquila?
- ¿Miras el móvil antes de dormir y vuelves a mirarlo nada más abrir los ojos?
- ¿Duermes las horas suficientes? ¿Descansas bien?
- ¿Desayunas mientras ves la televisión o las redes sociales?
- ¿Haces algún hábito saludable como estiramientos, meditar o escribir en un diario de agradecimiento?
Las causas de la inflamación van mucho más allá de lo que desayunas o comes.
Seguramente detrás de estas preguntas se encuentran los hábitos que te están impidiendo crear el estilo de vida menos inflamatorio que deseas.