Dormir bien y levantarse descansado es un auténtico placer. Te despiertas más motivada, con energía y con ganas de emprender el día. Pero… ¿Y si no hay manera de dormir? Entonces, el insomnio puede jugarnos una mala pasada. Una noche de insomnio la podemos tener todas, pero el problema viene cuando una mala noche se convierte en una mala semana e, incluso, en un mal mes. Por desgracia, esta situación es común entre gran parte de la población. De hecho, uno de cada cinco españoles tienen insomnio, según la Sociedad Española de Sueño (SES).
No lo podemos ignorar. Dormir se trata del momento de descanso y regeneración de nuestro cuerpo. Durante la noche, es cuando se realizan procesos importantes como la regeneración de nuestras células y cuando se restablece el equilibrio físico y psicológico básico de las personas. Por ese motivo, debemos asegurarnos de tener un descanso reparador y conocer los motivos que pueden alterar el círculo circadiano del sueño. Incluso si vemos que esta situación es demasiado frecuente, es posible que necesitemos la ayuda de un profesional para mejorar nuestro estilo de vida y aumentar el bienestar. ¿Te quedas a conocer las causas del insomnio y como remediarlo de manera natural?
Posibles causas de tu insomnio
Pasar la noche en vela no es nada agradable. La cabeza no para y los nervios se disparan por no poder conciliar el sueño o mantenerlo. Si te ha pasado alguna vez, seguro que te has preguntado: ¿Por qué me pasa esto?
1. El estrés te come
La mente es poderosísima para lo bueno… y para lo malo. Si eres de esas personas que se llevan los problemas a la cama, seguramente has padecido insomnio por no parar de darle la vuelta a las cosas. Por eso, te pasas la noche pensando en el trabajo, en las preocupaciones del día a día que te estresan y no dejas que tu mente desconecte y descanse.
2. Rutinas y hábitos desordenados
Salir de la rutina es necesario, pero para ello necesitas tener una. Cuando tenemos una vida desordenada y sin horarios, o un trabajo de turnos rotativos, nuestro cuerpo no puede identificar en qué momento toca descansar. El resultado: todo el día cansada y con sueño y, en el momento de ir a la cama, te quedas mirando el techo sin pegar ojo.
3. Bebidas excitantes
El olor a café por las mañanas es uno de los grandes placeres de la vida, pero excederse puede tener graves consecuencias en nuestro descanso. ¡Y no es el único culpable! A la lista de las bebidas enemigas del buen descanso, se le suman las colas, brebajes energizantes y el alcohol.
4. Alimentos y digestiones pesadas
Seguro que has oído muchas veces el refrán de “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”. No le falta razón, especialmente por la recomendación de cenar ligero. Más allá del saber popular, la razón de realizar una cena liviana es científica: nuestro cuerpo tarda entre una y dos horas en hacer la digestión. Por lo tanto, cuanto más pesado cenemos y más tarde, más le costará a nuestro estómago digerir y posiblemente experimentaremos inflamación abdominal y malestar estomacal impidiendo un buen descanso.
Di adiós al insomnio con remedios naturales
1. Hábitos saludables antes de ir a dormir
Tener unos hábitos saludables durante el día es fundamental para llevar una vida equilibrada y balanceada. Pero… Llega la noche y la pereza nos deja llevar. Eso se traduce en malos hábitos que pueden provocar dificultades para dormir. Por ese motivo, hay algunas cosas que puedes hacer cada día para prepararte para ir a la cama:
- Cena poco y temprano.
- Disminuye el ritmo poco a poco. Eso implica no realizar actividades que puedan excitarnos horas antes de dormir (ejercicio, tareas de la casa que requieren mucho movimiento…)
- Ponte música relajante y dedica unos minutos a meditar. Te ayudará a centrar tu mente en el presente, dejar a un lado el estrés del día y descansar mucho mejor. Además, durante la meditación tomarás consciencia de tu respiración, lo cual bajará tus pulsaciones y restablecerá el equilibrio emocional.
- ¡Apaga las pantallas! La luz azul hace creer a nuestro cerebro que es de día y, en consecuencia, que no comprenda que es hora de dormir.
2. Aromaterapia
Otra técnica que te puede ser útil es perfumar tu casa o tu dormitorio con aceites esenciales. Al usarlos, te puedes beneficiar de las propiedades relajantes que tienen y te ayudará a conciliar el sueño. Además, ¡tu casa olerá genial! Los mejores aceites esenciales para relajarte son:
- Lavanda
- Mandarina o naranja
- Petit grain
3. Infusiones relajantes
Prepararse una infusión puede ser todo un ritual de autocuidado y, especialmente, si lo hacemos antes de dormir. Eso sí, debemos escoger aquellas hierbas que no tengan propiedades excitantes, sino que relajen nuestro cuerpo y nuestra mente. Por ejemplo…
- Valeriana
- Manzanilla
- Poleo menta
4. Suplementos naturales
Si aún así no consigues conciliar el sueño, hay algunos suplementos naturales que pueden ayudarte a combatir el insomnio. Son muy diferentes a las fatídicas pastillas de laboratorio, ya que las propiedades naturales que tienen afectan favorablemente a nuestro cuerpo y no afectarán a otras funciones del organismo. Las más recomendadas son:
- Melatonina. Una dosis de 3 a 5 mg al momento de acostarse es más que suficiente.
- Magnesio. La dosis recomendada es de 250 a 300 mg un rato antes de ir a dormir.
- Valeriana. A parte de tomarse como infusión, también se puede encontrar extracto de valeriana en cápsulas. Toma una dosis de 150 a 300 mg treinta o cuarenta minutos antes de ir a dormir.
Si incluso con estas recomendaciones no ves mejoría en tus ciclos del sueño… ¡No dudes en contactarme! Estaré encantada de ayudarte y encontrar una solución de manera integral para que tengas unos dulces sueños.