Seguro que has oído hablar muchísimas veces del sistema inmune. Desde médicos que recuerdan la importancia que tiene, hasta anuncios en la tele que intentan vendernos productos milagrosos.
Pero… ¿Sabes qué es realmente el sistema inmunitario?
El sistema inmunitario: qué es y por qué necesitas reforzarlo
La mejor manera de entender qué es realmente el sistema inmunitario es imaginarlo como una fortaleza. Esta se forma a partir de células, tejidos y órganos que trabajan todo el día para evitar que entren bacterias o virus en nuestro cuerpo. Y te aseguro que trabajan muchísimo.
Cada vez que el sistema inmune detecta una amenaza, va directo a atacarlo. A esta táctica de ataque se le llama respuesta inmune, la cual produce anticuerpos que sirven para atacar, debilitar y destruir a estos cuerpos extraños. Además, el sistema inmune tiene muy buena memoria, y es capaz de recordar a las bacterias o virus que han intentado entrar anteriormente. De esa manera, puede enviar a los anticuerpos a la batalla más rápidamente, y reducir el riesgo de infección. Ya lo ves, ¡el sistema inmunitario es un auténtico guerrero!
Puede que no lo hayas pensado, pero a cada momento estamos expuestos a factores externos que pueden hacernos enfermar. Por eso está ahí nuestro sistema inmune protegiendo la fortaleza cuando nos olvidamos de lavarnos las manos, o estamos pasando un momento de mucho estrés.
Pero… ¿Si me pongo enferma quiere decir que no funciona bien mi sistema inmune? Bueno, todas podemos enfermar alguna vez: coger un catarro, pillar algún virus estacional… Pero nuestra recuperación dependerá de lo fuerte que esté nuestro sistema inmune. Cuando más lo mimemos y cuidemos, más rápido nos recuperaremos de cualquier posible infección o, directamente, no enfermaremos.
Razones por las se debilita el sistema inmunitario
Hay muchas razones por las que el sistema inmunitario puede estar debilitado, o no actuar como debería. Algunas de las más comunes son:
1. Cambios de temperatura frecuentes
El típico resfriado que pillamos en la primavera o en otoño por los rápidos cambios de temperatura que se dan en un mismo día. O bien, por confiarte y coger la chaqueta que abriga poquito. Recuerda el dicho: ¡Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo!
2. Exposición a la contaminación
Las posibilidades que nos ofrece la gran ciudad son increíbles, pero no olvidemos la gran circulación de vehículos que hay todo el día. El aire contaminado que respiramos en algunos entornos también puede hacernos enfermar.
3. Enfermedades autoinmunes
Hay algunas personas que padecen las llamadas enfermedades autoinmunes. En estos casos, su sistema inmunitario localiza falsos agentes peligrosos y ataca por error a células sanas.
4. Hábitos poco saludables
Nuestro estilo de vida influyen casi en un 70% en la salud de nuestro sistema inmunológico. Por ese motivo, es muy importante construir unos hábitos saludables que fortalezcan nuestras defensas de manera natural. ¿Quieres saber cómo? ¡Sigue leyendo!
Tres pilares para fortalecer tu sistema inmunológico
Sí, lo de siempre: mejorar nuestro estilo de vida, y mantener unos hábitos saludables.
Seguro que lo has oído muchas veces, pero son indicaciones poco concretas. Por eso, te hablo de los tres pilares con ejemplos específicos para fortalecer tu sistema inmunológico:
1. Una mejor alimentación
No solo fortalecerás el sistema inmune, sino que también ayudarás a tu salud en general. Para hacerlo…
- Consume alimentos con vitaminas y minerales, especialmente aquellos que contienen vitamina C, E, A, y cítricos como naranjas, mandarinas o limones. Recuerda, las frutas y las verduras son fundamentales en una dieta balanceada.
- Puedes tomar suplementación natural como jengibre, equinácea y própolis para dar un plus
- Únete al Método Ámate e integra una alimentación que sea tu medicina
2. Actividad física
Muévete, pero pásatelo bien. Elige la actividad física que más te guste, y realízala entre 4 y 5 veces por semana un mínimo de 30 minutos. Seguro que te sentirás mejor, y mejorarás tus defensas.
3. Gestión emocional
Seguramente, la parte más difícil de conseguir. Pero a través de la meditación, el control del estrés y la ayuda de terapias naturales puedes lograr gestionar tus emociones. Aunque no lo creas, un desequilibrio en nuestras emociones, un aumento de estrés e incremento de ansiedad pueden hacer disparar nuestro cortisol y desequilibrar nuestro sistema inmunológico.
Ya veis que para mantenernos sanas y fuertes es crucial llevar una vida con buenos hábitos alimenticios y deportivos. Además, aunque muchas veces no se le da la importancia necesaria, nuestro estado emocional también puede influir en la fortaleza de nuestro sistema inmune.
Si no sabes muy bien por donde empezar, una visión experta, especializada y personalizada te ayudará a conseguir aplicar los cambios que necesitas en tu vida para alcanzar un bienestar y estado de salud integral. ¡Estaré encantada de ayudarte!
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